Un depósito o almacén fiscal es el lugar en donde se pone a resguardo la mercancía ya sea de procedencia nacional o extranjera para su posterior negociación a distintos mercados tanto internos como internacionales. Este régimen está regulado por las agencias aduaneras bajo la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito; bajo el mismo, se da la posibilidad de que los productos puedan exportarse definitivamente, importarse, o volver a su lugar de procedencia. Estos son algunos de los beneficios:
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Mercancía de importación: permite ingresar productos sin el pago de de las contribuciones a comercio exterior, hasta su extracción.
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Retiros totales o parciales: esto se puede hacer para la posterior importación al país o exportación al extranjero de la mercancía resguardada.
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Proveedores fuera de territorio: las empresas en el extranjero pueden distribuir o vender sus productos bajo este régimen, poniendo todo su inventario en el almacén para comercializarse en territorio nacional.
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Maquiladoras y empresas: las que esté dentro de programas IMMEX pueden extraer la mercancía para su importación temporal.
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Almacén de productos: la mercancía puede quedar a resguardo tanto tiempo como la empresa lo desee, siempre y cuando exista un contrato y se pague por el servicio.
Estos, además de la reducción en los costos de manejo y transporte, son algunas de las ventajas que ofrece el depósito fiscal cuando se trata de mover mercancía fuera del país, o traer insumos del extranjero. ¿Necesitas más información para aprovechar este régimen? No dudes en ponerte en contacto con nosotros para asesorarte. Déjanos un comentario en nuestras redes sociales, o envíanos un mensaje.